lunes, 12 de septiembre de 2011

La Danza de los Vampiros / The Vampire Dance



La Danza de los Vampiros  /  The Vampire Dance

(Un Cuento de Halloween  /  A Halloween Tale)







UNO:
En realidad yo ya había ido a Michoacán hace muchos años. Mi papá siempre decía que lo más cercano al paraíso es Uruapan y cuando yo era un niño pasamos unas vacaciones recorriendo todo el estado. De esto difícilmente me acuerdo pues entonces tenía como cinco años.

Quién diría que en el mismo lugar yo sería testigo de los eventos que presencié siendo ya un hombre. Aún ahora y después de tantos años, el recordar hace que la piel se me ponga de gallina. Sé que mucha gente pensará que estoy loco, (y quizás tengan razón), Pueden creer que todo es la creación de una mente esquizofrénica e hiperactiva pero no creo que sea así, todo lo que estoy por narrar fue real, no tengo explicación pero todo lo vi, estoy consciente de lo extraño o grotesco que suena pero definitivamente todo es real, ¿o no lo es?, después de todo este tiempo, yo mismo tengo mis dudas, no puedo ser tan cerrado de mente, tan arrogante para ignorar la posibilidad de mi propia equivocación, solo que eso significaría reconocerme paranoico y totalmente dañado.

Partiendo de la premisa de que si vi lo que recuerdo y a pesar de que durante décadas le di vueltas en mí cabeza, creo honestamente que ni estoy loco y que si fui testigo de eventos horridos, escalofriantes e incluso diabólicos.

¿Quién al rememorar sobre sobre alguna anécdota ocurrida muchos años atrás no tiene alguna duda? ¿Quién no ve su pasado entre sombreado e idealizado? ¿Quién no ha cambiado su propia historia tras el velo del inexorable paso de los años?

Mi nombre es… bueno, digamos que me llamo L. y si decidí no usar mi nombre es porque… Creo que tengo que ser totalmente honesto, para ello siempre es mejor el anonimato y si lo que quiero es transmitir la verdad, lo primero que tengo que confesar es que tengo miedo, sí, tengo miedo. Han pasado muchos años durante los que he investigado estos fenómenos y ahora que finalmente decidí narrarlos con la convicción de que son reales, nada que ver con las imágenes hollywoodenses o con las tontas elucubraciones de una escritora de Nueva Orleans. Esto es real y aunque nadie lo ha documentado correctamente, pues todo aquel que lo ha tratado de investigar y poner en papel ha muero en circunstancias extrañas o simplemente ha desaparecido.

Ustedes no pueden imaginar lo difíciles que han sido los pasados años de mi vida recorriendo el mundo en busca de respuestas, en busca de la verdad, una verdad que finalmente pudiera dar paz  a mi espíritu y a mi corazón. Una verdad que me demuestre que mi mente es sana, que no soy un demente.

La experiencia me enseñó lo que les pasa a las personas que investigan lo que yo investigué y por miedo a convertirme en una extraña estadística o simplemente desvanecerme de la faz de la Tierra, por ello pido de su indulgencia a mi anonimato, mi discreción y mi búsqueda de seguridad.
I had been to Michoacán many years ago; my dad always said that the closest to paradise is Uruapan and when I was a child we spent a vacation touring the entire state. I hardly remember this, because then I was about five years old.

Who could have said that in the same place I would witness the events I witnessed, being now a grown man. Even now and after so many years, remembering makes my skin goose bump. I know that many people will think that I am crazy, (and perhaps they are right), they may believe that everything is the creation of a schizophrenic and hyperactive mind but I do not think so, all that I am about to narrate was real, I have no explanation but everything I saw, I am aware of how strange or grotesque it sounds but definitely, everything is real… or isn't it? …After all this time, I have my own doubts, but I can't be so closed-minded, so arrogant to ignore the possibility of my own mistakenness, only… would that mean recognising myself paranoid and utterly damaged?

Starting from the premise that if I saw what I remember and despite the fact that for decades I kept it in my head, I honestly believe that I am not crazy and that I witnessed horrid, chilling and even diabolical events.

Who, remembering an anecdote that happened many years ago, has no impeachment as to the overlapping of memory and imagination? Who does not see his past lying somewhere between the shading of mind and the horror or idealised imagination? Who has not changed his own story after the veil of the inexorable passing of the years your life endures?

My name is... well, let's say my name is L. and if I decided not to use my name it is because... I think I have to be totally honest, for that, anonymity is always better and if what I want is to convey the truth, the first thing I have to confess is that I am afraid, yes, I am afraid. Many years have passed during which I have investigated these phenomena and now that I finally decided to narrate them with the conviction that they are real, nothing to do with Hollywood or motion pictures or with the silly delusions of a New Orleans writer. This was real and although no one has documented it correctly, because everyone who has tried to investigate and put it to paper has died in strange circumstances or has simply disappeared.

You cannot imagine how difficult the past years of my life have been traveling the world in search of answers, in search of the truth, a truth that could finally give peace to my spirit and heart. A truth that will prove to me my mind is healthy, and I am not insane.
Experience taught me what happens to people who investigate what I researched and for fear of becoming a strange statistic or simply vanishing from the face of the Earth, I ask for your indulgence in my anonymity, my only discretion.




DOS:
Pero suficiente de esto, la historia comienza así:

Yo era muy joven y en aquellos días estaba por terminar la Licenciatura de Antropología en la Universidad Autónoma de México, así que junto con algunos de los compañeros de la Facultad y para aprovechar los nuevos métodos de titulación, decidimos hacer una tesis grupal, asesorados por el Doctor P. (Doctor en Antropología y Catedrático).

El Doctor P. nos informó que si nuestra tesis era sobresaliente, tendríamos acceso a participar en un concurso para realizar un postgrado en campo, unas excavaciones en el Valle de los Reyes, en Egipto. Por ello es que decidimos no hacer una tesis de investigación sino de documentación, pensando que esto sería más fácil y al mismo tiempo más lucidor y de esa forma tendríamos una mayor oportunidad de obtener las becas para irnos a Egipto.

En el centro del Estado de Michoacán en el año de 1943, repentinamente apareció un volcán, El Paricutín, este volcán cubrió con su lava lo que era el pueblo de Parangaricutiro del que solo quedan los campanarios del Templo, elevándose arrogantemente sobre un gran campo de lava, más bien solo queda una de las dos, la segunda está casi totalmente destruida.

Pero recientes descubrimientos arqueológicos, demuestran la existencia de unas extrañas catacumbas a 50 metros al norte de la estructura del Templo. El Doctor P. sugirió esto como un interesante proyecto de investigación documental como trabajo de nuestra tesis grupal.

En aquél tiempo, por ser yo el único del grupo sin trabajo fijo, mis compañeros me escogieron para ir a hacer una investigación previa así como para contactar a las autoridades locales para solicitar su colaboración. Cinco o seis días más tarde me encontraba camino a Uruapan.

Llegué a ese extraordinario paraíso michoacano un 20 de abril por la tarde. Al día siguiente a las 5:30 de la mañana me dirigí a Angaguan, un singular y pintoresco pueblo a 5 kilómetros de las ruinas de Parangaricutiro.

Arribé al amanecer, el autobús lo deja a uno en las afueras del pueblo sobre la carretera.

Creo que es importante que haga una pausa para platicar un poco sobre Angaguan; Este un pequeño poblado con poco más de 1500 habitantes, todos indígenas de los que solo el veinte por ciento hablan castellano, en los alrededores del pueblo hay ruinas arqueológicas que datan de épocas prehispánicas y hay muchas leyendas que se contradicen, algunos dicen que los aborígenes eran de lo más sangriento y que realizaban rituales de esos en los que sacrificaban victimas para ingerir sus corazones aun latiendo y beber su sangre. Otras leyendas afirman que los indígenas locales eran pacíficos y de lo más civilizados.

Los nativos de Angaguan viven principalmente de la explotación de las maderas preciosas que se dan en aquellas tierras. Todas las casas están construidas de madera de pino labrado que dan al poblado un aspecto muy pintoresco. Según las estadísticas en Angaguan han pasado más de 100 años sin delitos violentos por lo que se considera a sus pobladores entre las personas más pacificas de la Tierra. Las mujeres hábiles con el telar de cintura, con el que confeccionan hermosas prendas muy vistosas como rebozos.

Continuando; Al dejarme el autobús junto a la carretera, tome mi mochila y empecé a caminar para cruzar el pueblo que a esa hora se encontraba cubierto de una densa niebla. Vi que muchas gentes me observaban desde sus casas pero al tratar yo de saludarles, todos cerraban de sopetón las ventanas. Escuché lo que me parecieron unos cantos que provenían de todos lados, algo así como las oraciones que provienen de los minaretes de las mezquitas en las tierras musulmanas, después me enteré que solo eran invitaciones a desayunar, En Angaguan casi toda la población habla un dialecto llamado Tarasco, las mujeres gritan melodiosamente el menú de lo que preparan para desayunar en una singular competencia de pulmones.

Casi no hay nada de gente en las calles y al cruzarme con algún habitante local note que me evitaban. Las mujeres parecen fantasmas, sus largas faldas que no se mueven mientras ellas se desplazan silenciosamente, con los rostros tapados, dando el mismo aspecto de las mujeres Yemenitas.

Encontré una fonda donde me detuve para desayunar y entablé charla con el encargado, un hombre de Morelia, muy amable, como es la gente michoacana en general. Como no tenía clientela a esa hora de la mañana, se quedó durante todo el desayuno a hacerme compañía. Le expliqué que era un estudiante de antropología, pero cuando le conté sobre el proyecto de hacer una investigación documental sobre las catacumbas de las ruinas del poblado aledaño, puso una cara de espanto, su aspecto cambió totalmente y con un aire sombrío en el lívido rostro me dijo que eso era una terrible idea, explicó que en esas ruinas pasan cosas malas, muy malas. Naturalmente le pedí que clarificara pero él se concretó en decirme que no investigara más, que me regresara a la Capital y que olvidara todo lo referente a las mentadas catacumbas.

-Pasado mañana es luna llena- dijo santiguándose y se quedó mirándome fijamente sin decir más, como esperando que la referencia fuera suficiente.
-Sí, y también será día de San Jorge, ¿y?- contesté con ironía, burlándome para mis adentros, pensando que solo se trataba de las supersticiones de esa buena gente tan ingenua.

Luego me remordió la conciencia por ser sarcástico, pues tal parecía que de alguna manera lo estaba insultando o que había dicho algo espantoso por la expresión de su rostro y el de las mujeres que preparaban los alimentos del otro lado de la barra de la cocina.
-Joven, para usted no somos más que unos tontos indios pero nosotros hemos vivido aquí todas nuestras vidas y sabemos cosas, cosas que su ciencia no puede explicar. Esto se lo digo como amigo, no importa lo que pase, no se acerque a las torres de la iglesia después del anochecer y menos habiendo luna llena- dijo.
-Desde luego que no- dije fingiendo convicción pero nuevamente, internamente tirándolo de loco.

Es importante que comente que ese tipo de reacción la observé en todas las personas con las que me entrevisté en relación al propósito de mi estadía en aquel lugar, pero no di ninguna importancia, pues Angaguan es el tipo de pueblo donde parecen no haber pasado los años y pensé que todo aquello no eran más que tontas supersticiones de gente primitiva e ignorante.

The story begins like this:

I was very young and in those days I was about to finish the degree of Anthropology at Universidad Autonoma de México, so along with some of the colleagues of the Faculty and to take advantage of the new methods in getting an academic degree, we decided to do a group thesis, advised by Doctor P. (Doctor of Anthropology and University Professor).

Doctor P. informed us that if our thesis was outstanding, we would have access to participate in a contest to carry out a postgraduate course in the field; excavations in the Valley of the Kings, in Egypt. That is why we decided not to do a research thesis but documentation, thinking that this would be easier and at the same time more lucid and that way we would have a greater opportunity to obtain the scholarships to go to Egypt.

In the centre of the State of Michoacán in the year of 1943, suddenly a volcano erupted, El Paricutín, and covered with its lava what was the town of Parangaricutiro of which only the bell towers of the Temple remain, rising over a large field of lava, (rather only one of the two remains, the second is almost completely destroyed).

Recent archaeological discoveries show the existence of strange catacombs 50 meters north of the structure of the Temple. Dr. P. suggested this as an interesting documentary research project as a work of our group thesis.

At that time, because I was the only one in the group without a permanent job, my colleagues chose me to do a previous investigation as well as to contact the local authorities to request their collaboration. Five or six days later I was on my way to Uruapan.

I arrived at that extraordinary Michoacan paradise on April 20 in the afternoon. The next day at 5:30 in the morning I headed to Angaguan, a unique and picturesque town 5 kilometers from the ruins of Parangaricutiro. I arrived at dawn. The bus leaves one on the outskirts of the town on the road.

I think it is important to pause and to talk a little about Angaguan; this is a small town with just over 1500 inhabitants, all indigenous people of whom only twenty percent speak Spanish, around the town there are archaeological ruins dating back to pre-Hispanic times and there are many legends that contradict each other; some say the aborigines were the bloodiest, and that they performed rituals of the type wherein they sacrificed their victims and ingested their beating hearts and drank of their blood, while other legends claim that local Indians were peaceful and mostly civilised.

The natives of Angaguan live mainly from the exploitation of the precious woods that grow in those lands. All the houses are constructed of carved pine wood that give the village a very picturesque appearance. According to statistics in Angaguan, more than 100 years have gone by without violent crimes, which is why its inhabitants are considered among the most peaceful people on Earth. Women skilful with the waist loom make beautiful colourful clothes, such as rebozos.

Continuing; when I left the bus next to the road, I took my backpack and began to walk to cross the town that at that time was covered in dense fog. I saw that many people watched me from their homes but when I tried to greet them, they all closed the windows in a snap. I heard what seemed to me some song that came from everywhere, something like the prayers that come from the minarets of the mosques in the Muslim lands. I learned that they were only invitations to breakfast. In Angaguan almost the entire population speaks a dialect called Tarasco, women shout melodiously the menu of what they prepare for breakfast in a unique lung competition.
There was almost no people in the streets and when I crossed a local inhabitant I noticed that they were avoiding me. The women looked like ghosts, their long skirts unmoving while silently they walk, their faces covered, giving the same appearance of Yemeni women.

I found a restaurant where I stopped for breakfast and chatted with the manager, a man from Morelia, very friendly, as are the people of Michoacán in general. As he had no clientele at that time in the morning, he stayed throughout the breakfast to keep me company. I explained that I am an anthropology student, but when I told him about the project; of my forming a documentary investigation about the catacombs and the ruins of the surrounding town, he put on a face of horror, his appearance changed completely, and with a gloomy air he told me that this was a terrible idea. He explained that bad things happen in those ruins, very bad things. Naturally, I asked him to clarify, but he made a point of telling me not to investigate further, to return to the Capital and to forget everything about the ‘damn catacombs’.

“After tomorrow it will be a full moon,” he said crossing his arms and staring at me without saying anymore, as tho hoping that the reference was enough.
“Yes, and it will also be St. George's Day, and?” I replied with some irony, carefully mocking him, thinking he was only being played by naïve superstitions.
Then my conscience reminded me against being sarcastic, because it seemed that I was insulting him in some way or that he had said something awful because of the expression on his face and that of the women who prepared food on the other side of the kitchen counter.

“Young man, to you we are not more than Indian fools, but we have lived here all our lives and we know things, things that science cannot explain. I tell you this as a friend, no matter what happens, do not approach the towers of the church after dark, and even less under a full moon,” he said.

“Of course not,” I said, with pretend conviction, but again, internally thinking of him as a superstitious-crazy.

It is important that I comment now that I observed this type of reaction in all the people with whom I talked in relation to the purpose of my stay in that place. But I did not give it any importance, since Angaguan was, in my belief, the type of town inhabited by a primitive and ignorant people.





TRES:
Para llegar al sitio de las ruinas es necesario contratar a un guía que lo conduce a uno en mula pues los restos de la lava volcánica hacen de ese terreno demasiado accidentado para ir caminando y las autoridades municipales nunca se han ocupado en construir un camino adecuado. Yo pensé que estarme transportando desde Uruapan a Angaguan diario,  no era práctico por lo que renté una cabaña junto al camino principal, el que va de la parroquia a las afueras. Me instalé y traje mi equipo desde Uruapan y para el día siguiente me encontraba perfectamente instalado. Después de contactarme con las autoridades locales, comprobé que nadie proporcionaba ninguna ayuda, así que procedí con mi investigación, Ya era el 22 se abril.

Contrate a un hombre de nombre Fidel que me llevó a las famosas ruinas de las torres de la Iglesia, pero cuando le pedí información sobre la localización de las catacumbas casi se echó a correr, pálido como la leche.

De momento no di importancia a la actitud de mi guía y seguí adelante con mis objetivos de esa mañana, Él no estaba dispuesto a colaborar mucho así que termine con mis lo que me había propuesto que consistían en tomar fotografías, hacer algunas notas y dibujar unos bocetos. Poco después regrese con mi guía al pueblo y pedí a Fidel que nos viéramos a las 3:00 pm para regresar a las ruinas. Él reacciono como si le hubiera pedido un riñón, se persignó y dijo que él no permanecería más allá de las cinco de la tarde en aquel sitio y eso solo porque ofrecí duplicar su paga.

Por la tarde al reunirme con mi guía, comenté sobre el silencio espectral del pueblo esa tarde, más silencioso, mucho más silencioso de lo usual.
-Viene la luna llena señor- me dijo sin levantar la vista del suelo.
Yo decidí completar la broma. –Si Fide, y mañana es día de San Jorge-
Él se quedó como paralizado por unos segundos y luego me pidió que no dijera más. «Tonta gente supersticiosa» pensé. Pero la verdad es que el silencio de los pobladores de Angaguan me era abrumador. Parecía un pueblo fantasma y sé que las personas se encerraron en sus casas desde la tarde. Solamente cache en un par de ocasiones a alguno espiándonos por las rendijas de las ventanas de sus casas.

Ya en las ruinas Fidel no dejaba de murmurar, de mascullar algo así como rezos incomprensibles y constantemente se persignaba. A cada pequeño ruido o incluso al brincar un saltamontes Él pobre brincaba o lanzaba un pequeño y reprimido gritito.

Ya casi eran las cinco y mi guía se empezó  poner más nervioso y francamente ya me tenía harto, comenzó a suplicar que nos fuéramos, hablaba con una vehemencia que no sé qué me hacía sentir pero por otro lado era un tarde tan agradable, yo quería estar solo así que lo mande de regreso explicándole que yo no había terminado mis objetivos. Fidel no sabía que decir, por un lado no quería permanecer en aquel sitio ni un minuto más, mirándome con cierta compasión, se resistía a dejarme solo, incluso ofreció esperarme media hora más pero justo en ese momento se escuchó en la lejanía el ruido de unos perros peleando, ladraban furiosos y Fidel me miró muy asustado y finalmente acepto retirarse. Caminó unos pasos y se detuvo, regresó rápidamente en mi dirección y me dijo que él no era responsable de mí, que Dios estaba de testigo de mi necedad. Yo me sorprendí pero le dije que tenía razón y que yo era el único responsable de mis actos. Luego me recordó que ya faltaba poco para la puesta del sol, me entrego un pequeño crucifijo de madera y después de eso salió corriendo con su mula. Yo seguí con mis cosas pero como ya eran las seis, me dije «¿Qué puede pasar? Angaguan es uno de los lugares más pacíficos del Mundo».

Después de un rato de ir y venir por aquí y por allá, me sentí muy cansado, exhausto, tanto que me recosté entre las rocas para reposar un rato y disfrutar de la paz y belleza natural de aquel lugar antes de regresar a mi cabaña. Encendí un porro y mientras permanecía ahí, con el infinito ante mí. El cielo tomo un tono de azul oscuro muy hermoso, tan bello como el azul en los ojos de Clara…
             To get to the site of the ruins it is necessary to hire a guide who leads riding a mule because the remains of the volcanic lava make this terrain too rugged to walk, and the municipal authorities have never built an adequate road. I thought that being transported from Uruapan to Angaguan everyday was not practical, so I rented a cabin next to the main road, which goes from the town Church to the outskirts. I brought my equipment from Uruapan and in just one day I was perfectly set-up. After contacting the local authorities, I saw that no one provided any help, so I proceeded with my investigation. It was April 22.

           I hired a man named Fidel who took me to the famous ruins of the towers of the Church, but when I asked him for information about the location of the catacombs he almost ran away, turning pale as milk.

            At that moment I did not give importance to the attitude of my guide and I went ahead with my goals of the morning. He was not willing to collaborate much, so I finished with what I had proposed, which consisted of taking photographs, making some notes and drawing some sketches. Shortly after, I returned with my guide to the town and asked Fidel to meet me at 3:00 pm to return to the ruins. He reacted as if I had asked for a kidney, crossed himself and said that he would not stay beyond five in the afternoon at that site, and that was only because I offered to double his pay.

In the afternoon when I met my guide, I commented on the ghost-like silence of the people that afternoon, quieter, much quieter than usual.
“The full moon is coming sir,” he said without looking up from the ground.

I decided to complete the joke. “Yes Fidel, and tomorrow is going to be St. George's Day.”

He froze for a few seconds and then asked me not to say more. Silly superstitious people, I thought. But the truth is that the silence of the Angaguan people was overwhelming. It looked like a ghost town and I know that people locked themselves in their homes since afternoon. I caught a couple of times someone spying on us through the cracks in the windows of their houses, but that was all.

At the ruins, Fidel kept muttering, mumbling something like incomprehensible prayers and constantly crossing himself. At every little noise, even the jumping of a grasshopper, the poor man continually jumped or threw a small, repressed cry.

It was almost five o'clock and my guide began to get more nervous and frankly I’d had enough of him, he began to beg me to leave, spoke with a vehemence that made me feel so uncomfortable, but on the other hand it was such a pleasant afternoon, and I wanted to be alone so I sent him back explaining that I had not finished my goals. Fidel was speechless, on one hand he did not want to stay in that place for another minute, looking at me with some compassion; he was reluctant to leave me alone, he even offered to wait for me another half an hour more but just then the noise of some dogs fighting, barking furiously, and Fidel looked at me very scared and finally agreed to leave me. He walked a few steps and stopped, quickly returned in my direction and told me that he was not responsible for me, that God was a witness to my foolishness. I was surprised but I told him that he was right and that I was solely responsible for my actions. Then he reminded me that there was little time left before sunset, he handed me a small wooden crucifix and after that he ran off with his mule. I continued with my things but since it was already six o'clock, I said to myself, “What can happen? Angaguan is one of the most peaceful places in the World.”

          After a while of coming and going here and there, I felt very tired, exhausted, so much that I lay between the rocks to rest for a moment and enjoy the peace and natural beauty of that place before returning to my cabin. I lit a joint and while I remained there, with the infinite before me. The sky took a very beautiful shade of dark blue, as beautiful as the blue in Clara's eyes...



CUATRO:
Cuando cursaba el quinto semestre de la carrera, un viernes, si mal no recuerdo, fui con unos amigos a una fiesta, una de esas reuniones alocadas de los días universitarios, con música, alcohol, muchas mujeres y todo lo demás. Ahí conocí a Clara, una chava muy guapa de la Escuela de Pedagogía, desde el primer momento hicimos clic, nos lo pasamos muy bien, bailando, bebiendo y charlando. Lo primero que me llamo la atención de ella fue su total desinhibición, tanto que en un momento, de buenas a primeras decidió acompañar a la banda de rock que tocaba en esos momentos y sin más, se subió al improvisado escenario, tomó en sus manos uno de los micrófonos y se puso a cantar, como era un primor de mujer, los miembros de la banda la dejaron seguir y ante la sorpresa de todos descubrimos que cantaba muy bien. Tenía la voz rasposa y desde ese momento la empezamos a apodar Janis, (En honor a Janis Joplin), Después de eso ella y yo nos seguimos divirtiendo y parecía que nos conocíamos de toda la vida. Era muy hermosa, pequeña, (No mediría más de 1.54 cm.), con un cuerpazo y esos ojos impresionantes de un azul oscuro, grandes y enmarcados de largas y abundantes pestañas negras, muy blanca ella, de cabello largo muy negro, me recordaba a Esmeralda, (La de Víctor Hugo). Pasamos horas conversando y para cuando miré el reloj ya eran más de las tres de la madrugada. En eso se fue la luz y como ya quedábamos muy pocos en la fiesta, los anfitriones sugirieron que jugáramos a la adivinación o algo por el estilo, así que prendimos unas velas, alguien puso un gran cirio en el centro de la sala. Todos nos sentamos alrededor y nos tomamos de las manos.

Según nos explicaron, el objetivo del juego es hacer preguntas y si la flama se hace grande significa SI y si se hace pequeña quiere decir NO. Yo tan escéptico como siempre solo miraba pensando para mis adentros, «Que bola de tontos», pero, al llegar mi turno de hacer preguntas note que lar respuestas coincidían con la verdad. La gente se empezó a inquietar y Clara apretaba mi mano, mirándome como pidiendo que me detuviera, pero mi natural curiosidad me hizo seguir y finalmente llegue al punto de preguntar a la flama de la vela si en ese momento y lugar se encontraba presente un espirito, la vela respondió SI. Toda la concurrencia quedó boquiabierta. Yo seguí impulsado por una incontenible curiosidad queriendo comprender que estaba sucediendo, (solo se pueden hacer preguntas de si o no). Pregunte si el espíritu presente era perverso y la respuesta fue SI, solo quedaba preguntar si Él Espirito Perverso era un demonio… la vela respondió con una contundente flama enorme, para ese momento ya nadie hablaba solo miraban en dirección a la flama y a mis ojos alternadamente, todos aterrados. Yo, mirando directamente a la flama y sin titubear dije; «Si en realidad eres un Demonio ¿seguramente puedes demostrarlo?». La flama creció más de 20 cm. «Demuéstralo de una manera contundente, no con la fútil flamita de una vela... Enséñanos que eres un demonio y que estás aquí». En ese preciso instante, viniendo de las ventanas de la habitación se escucharon unos arañazos al tiempo que la flama creció como si alguien le hubiera lanzado alcohol, creció más de un metro. Todos los presentes empezaron a gritar y corrieron buscando la salida de la sala, incluso Clara se soltó de mi mano que la apretaba y gritando aterrada abandonó la habitación dejándome ahí completamente solo. Parece muy arrogante y soberbio de mi parte decirlo así pero yo no sentía nada de miedo, solo una gran curiosidad por lo que lentamente me levanté del suelo y camine a las ventanas, corrí las cortinas esperando ver unos gatos o algún otro animal, algo que explicara los arañazos pero no había nada, lo juro, revisé cuidadosamente la ventana. El ventanal daba a un pequeño patio cerrado donde no había nada ni nadie. Fue en ese momento que escuché un susurro que provenía de todas partes y del interior de mi cabeza simultáneamente, “Vas a ver la sangre de los vampiros”. Esto último no se lo dije a nadie, pensé que era una alucinación.

Los que aún quedaban en la reunión se fueron calmando poco a poco y después de unas copas la concurrencia fue olvidando el incidente. Clara me dijo que seguramente yo tenía poderes de médium al igual que una tía suya, me dijo que si en el futuro no quería tener problemas, tendría que aprender a controlarlos y a ser más cuidadoso. Yo pensaba al escucharla; Patrañas, que médium ni que nada.

La verdad es que a lo largo de mi vida he tenido muchas experiencia inexplicables, más de las que ahora soy capaz de recordar. Todos los eventos de aquella noche se quedaron girando en mi mente por un largo tiempo.

Clara y yo seguimos viéndonos regularmente pero en el último semestre de la Universidad nos distanciamos, ya no nos entendíamos bien y cada uno tenía muchas cosas que hacer con nuestras respectivas tesis.
When I was in the fifth semester of the degree, on a Friday, if I remember correctly, I went with friends to a party, one of those crazy meetings of the university days, with music, alcohol, many women and everything else. There I met Clara, a very pretty girl from the School of Pedagogy; from the first moment we clicked, we had a great time, dancing, drinking and chatting. The first thing that caught my attention was her total disinhibition, so much at one point, she decided to join the rock band that was playing at the time. She climbed onto the makeshift stage, took with her hands one of the microphones and began to sing, because she was such a beautiful woman, the band members let her do as she pleased and to everyone's surprise we discovered that she sang very well. She had a raspy voice and from that moment we started using the nickname “Janis”, (In honour of Janis Joplin). After that, she and I continued to have fun, it seemed that we had known each other for a lifetime. She was very beautiful, small (about  5’ 3” in height), With a great body and impressive eyes of a dark blue, big and framed with long, abundant black eyelashes. Her skin was very white, with black long hair, reminded me of Esmeralda (in that of Victor Hugo’s ‘The Hunchback of Notre-Dame’).

We spent hours talking and by the time I looked at the clock it was already after three in the morning. In that moment the lights went out and since we were very few at the party, the host suggested that we play divination or something like that, so we lit some candles, someone put a large one in the center of the room, then we all sat around and held hands.

As someone explained to us, the objective of the game is to ask questions and if the flame gets big it means YES and if it gets small it means NO. I was as skeptical as always, just looking thinking to myself, What a group of fools, but, when it was my turn to ask questions, I noticed that the answers matched the truth. People began to get restless and Clara squeezed my hand, looking at me as if asking me to stop, but my natural curiosity made me go on and finally I got to the point of asking the candle flame if a spirit was there, present at that time and place, the candle answered YES. The entire audience was speechless.

        I continued to be driven by an uncontrollable curiosity wanting to understand what was happening, (you can only ask yes or no questions). Then I asked if the present spirit was evil, the answer was YES. It only remained to ask if The Wicked Spirit was a demon... the candle responded with a huge flame, by that time no one spoke just looked in the direction of the flame and my eyes alternately, all terrified. I was looking directly at the flame and without hesitation said; “If you're really a Demon, surely you can prove it?” The flame grew  more than 20 cm. “Show it in an overwhelming way, not with the futile little candle flame.... Teach us that you are a demon and that you are here.” At that precise moment, coming from the windows of the room some scratches were heard while the flame grew as if someone had thrown alcohol at it,—more than a meter high.


Everyone present started screaming and ran looking for the exit of the room, even Clara let go of my hand and, terrified, left the room, leaving me there completely alone. It seems very arrogant and pompous of me to say so but I was not afraid, just a great curiosity so I slowly got up from the floor and walked to the windows, opened the curtains waiting to see some cats or some other animal, something that explained the scratches but there was nothing, I swear. I carefully checked the window. The window overlooked a small enclosed courtyard where there was nothing and no one. It was at that moment that I heard a whisper that came from everywhere and inside my head simultaneously, “You will see the blood of vampires.” At the time I didn't tell anyone that last part… I thought it was a hallucination.

Those who were still at the party gradually calmed down and after a few drinks the audience was forgetting the incident. Clara told me that surely I had medium powers as well as an aunt of hers. She told me that if in the future I didn't want to have problems, I would have to learn to control them and be more careful. I thought to hear it; Nonsense, what foolishness.

The truth is that throughout my life I have had many inexplicable experiences, more than I am able to remember now. All the events of that night remained spinning in my mind for a long time.

            Clara and I continue to see each other regularly but in the last semester of University we distanced ourselves, no longer understanding each other very well and having many things to do with our respective theses.




CINCO:
Algunos meses después, en aquella tarde placentera de Angaguan, el azul del cielo me recordó los preciosos ojos de Clara, la extrañaba mucho. Contemplando ese hermoso firmamento michoacano, pensando en Clara y aún con el porro encendido entre mis dedos, recostado entre las rocas volcánicas, tapado con mi gabán me quedé dormido y empecé a soñar.

Fue un sueño de lo más curioso, en el yo era un ser muy pequeño, me encontraba sentado en el fresco musgo y junto a mí un enorme caracol, no, de hecho el caracol era normal, tan grade como puede llegar a ser un caracol de jardín común y corriente, es que yo era tan diminuto, supongo que no mediría yo más de un centímetro, sobre la concha del caracol estaba sentado un ser como duende tocando una suave melodía en una flauta, un poco más allá dos pequeñas haditas, tan pequeñas como yo, danzaban bajo la iluminación obviamente mágica que provenía de un hermoso hongo. Muy a lo lejos se podía apreciar la entrada de una ciudad de hombres, desde mi perspectiva lucía gigantesca, toda iluminada, era de noche, pude ver un gran edificio, quizás un templo coronado por una escultura, dorada, monumental del guardián de la ciudad.

Yo me sentía perdido entre esas plantas que me parecían enormes, pero algo en ese cielo asombrosamente azul, inmensamente constelado, algo ahí me tranquilizaba. La música del duende flautista me hacía sentir arrullado, ¡qué gran paz sentía! hubiera querido que esa sensación durara una eternidad, me recosté en el fresco musgo, rodeado de tanta belleza y al poco tiempo me quede dormido, si me dormí dentro de mi sueño.

…En el sueño dentro del sueño me encontraba en una galería subterránea, húmeda y oscura, el aire se sentía pesado, enrarecido y caliente, con muy poca luz que no me queda claro de dónde provenía, pero era la suficiente para como para notar nichos en los costados de la galería, si, era una catacumba, tétrica, lúgubre, silenciosa. En algunos de los nichos pude ver restos humanos, cráneos y otros huesos. Yo empecé a sentir claustrofobia por lo que caminé a lo que parecía la fuente de la pobre iluminación mortecina, buscando una salida de aquel lugar. Caminé mucho y también subí incontables escaleras, pero justo cuando ya me sentía desfallecer llegue a una enorme puerta de madera mohosa y apolillada, la empuje con todas mis fuerzas, rechinó con un chirrido, horroroso como esos que emiten las ratas.

Logre salir a la superficie y era de noche, supuse que se acababa de poner el sol pues aún se veía cierto resplandor en el horizonte. Entonces escuché unos murmullos, voces humanas, demasiado lejanos como para poder discernir lo que decían por lo que quise acercarme, entonces fue cuando noté que no caminaba, solo me desplazaba en la dirección que mi voluntad deseaba. Para describir aquel lugar en que me encontraba, diría que era como un paisaje de otro mundo, desértico, rocoso y todo con un cierto tono rojizo, el cielo estaba cerrado de nubes. Seguí desplazándome lo que me parecieron varios kilómetros siguiendo los murmullos que seguían pareciendo muy lejanos. En este sueño yo no era ni diminuto ni grande, solo estaba pero sin tener sustancia o cuerpo visible.

Finalmente me encontré lo suficientemente cerca de las voces, si, eran humanas, eran hombres, me acerqué  aún más para escuchar mejor, Eran tres individuos pero los tres eran idénticos, como traites, pero al mismo tiempo los tres eran el mismo. En mi sueño todo esto tenía perfecto sentido. Sus ropas eran iguales pero distintas de alguna manera que no sé cómo describir, además yo los conocía, conocía sus nombres, eran; Fe, Razón y Corazón, con gran solemnidad ellos charlaban o más correctamente los tres se comunicaban, cada uno hablaba de sus propios asuntos simultáneamente, pero se entendían perfectamente. Al hablar no movían sus labios, simplemente se escuchaban sus pensamientos como voces. Los tres intercambiando miradas y yo veía lo que cada uno de ellos veía, escuchaba lo que cada uno de los tres pensaba, sin ser yo uno de ellos  individualmente pero junto con ellos éramos tres y al mismo tiempo éramos uno y éramos independientes.

-Los hijos de los hombres no entienden- Dijo Razón, -Son arrogantes, por ello su ceguera-.

-Pretenden ser astutos e incluso se atreven a buscar defectos en “Él Creador”- Secundo Corazón.

-Unos dicen que “Dios” muró- Comento Fe –Ya no creen en nada, ignorando todo lo relativo “Al Único”. Eso es lo que los hace ciegos y sordos, perdieron la fe-.

-No entienden que “Él Que Es”, es, por encima de tiempo y espacio, es infinito y todopoderoso, nunca podrá existir nada demasiado grande para “Él Creador”- Comento Razón.

-Al creer ciegamente los hijos del hombre en su propia sagacidad, quieren poner límites al “Señor” y al hacerlo solo demuestran las fronteras de sus pequeñas y finitas mentes- Continuó Corazón.

Entonces, dijo Fe –Eso es solo falta de fe, para ellos eso es más fácil que solo creer como lo hacen los cachorritos humanos, ellos si saben, en su inocencia y simplicidad son más sabios-.

-Pobres hijos de los hombres hombre- Decía Razón -Llegarán tiempos en que se tendrán que enfrentar a todo cuanto han sembrado-.

Completo Corazón casi llorando -Serán tiempos de desolación, peste, muerte y guerra. El gran juicio donde tendrán que responder por toda la sangre derramada a lo largo de la historia. Pobrecitos hijos de los hombres-.

Para ello ya no entendía bien de cuál de los tres seres provenían las palabras, solo escuchaba sintiéndome parte de ese trio, como uno de ellos, uno con ellos, solo escuchaba y comprendía, mi mente se sentía grande.

Estaba en esos pensamientos cuando escuche un tremendo relámpago que me hizo estremecer. Caí al suelo hecho bola y tapé mi cabeza instintivamente, para protegerme.

…Desperté del sueño en el sueño y nuevamente era yo diminuto, estaba en el Reino de las Hadas, en las inmediaciones de la Ciudad de los Hombres, ahora lucia abandonada y sombría, pero a lo lejos aún se escuchaba la música del flautista, solo que era distinta a antes, y no era dulce y feliz ahora era triste y decadente, suave pero casi dolorosa de escuchar. Me incorporé de ese lugar cuando; ¡Buuum!, otro relámpago, el más grande que jamás había yo escuchado en mi vida, sentí la tierra entera vibrar y desperté en un sobresalto.
           A few months later, on a pleasant afternoon in Angaguan, the blue of the sky reminded me of Clara's beautiful eyes. I missed her very much. Contemplating that beautiful Michoacan firmament, thinking of Clara and still with the joint lit between my fingers, lying between the volcanic rocks, covered with my blanket I fell asleep and began to dream.


It was a most curious dream, there I was a very small being, I was sitting on the cool moss and next to me a huge snail, no, in fact the snail was normal, as large as a snail can become of a common garden, it was that I was so tiny, I guess I would not measure more than one centimetre. On the shell of the snail sat a being like an elf playing a soft melody upon a flute. A little beyond, two little fairies, as small as me, they danced under the obviously magical lighting that came from a beautiful mushroom. In the distance you could see the entrance to a city of man, from my perspective looking gigantic, all illuminated. It was night. I could see a large building, possibly a temple crowned by a sculpture, golden, monumental, The guardian of the city, I thought.

I felt lost among those plants that seemed huge to me, but something in that amazingly blue sky, immensely constellated, something there made me feel so much tranquillity. The music of the flute goblin made me feel lulled. What a great peace I felt! I would have wanted that feeling to last forever. I lay on the fresh moss, surrounded by such beauty and soon fell asleep, yes, I fell asleep in my dream.

...In the dream inside the dream I was in an underground gallery, humid and dark, the air felt heavy, thick and hot, with very little light, which was not clear to me where it came from, but it was enough to notice niches on the sides of the gallery, yes, it was a catacomb, gloomy, mournful, and silent. In some of the niches I could see human remains, skulls and other bones. I began to feel claustrophobic so I walked to what seemed to be the source of the poor lighting, looking for a way out of that place. I walked a lot and also climbed countless stairs, but just when I was feeling faint I reached a huge, mouldy wooden door. I pushed it with all my strength, it squeaked with a horrifying noise, like the squeaking emitted by rats.

           I managed to get to the surface and it was night. I assumed that the sun had just set since there was still a certain glow on the horizon. Then I heard some murmurs, human voices, too far away to be able to discern what they were saying, I wanted to listen better so I decided to get closer, that is when when I noticed that I was not walking, I was only moving in the direction that my will wanted. To describe that place where I was, I would say, it was like the landscape of another world, desert, rocky and all with a certain reddish hue, the sky was closed with clouds. I kept moving what seemed to me several kilometres following the murmurs that still seemed far away. In this dream I was neither tiny nor big, I was a being but without having visible substance or body.

I finally found myself close enough to the voices. And yes, they were human, they were of men. I came closer to listen better. They were three individuals but all three were identical, like triplets, but at the same time all three were the same. In my dream all this made perfect sense. Their clothes were the same but different in some way that I don't know how to describe. I knew them, I knew their names, and they were; Faith, Reason and Heart. With great solemnity they chatted or more correctly the three communicated, each one talked about their own affairs simultaneously, but they understood each other perfectly. When they spoke they did not move their lips, they simply heard their thoughts as voices. The three exchanging glances and I saw what each of them saw, listened to what each of the three thought, without being one of them individually but together with them we were three and at the same time we were one and we were independent.

“The sons of men do not understand” said Reason. “They are arrogant, blind.”

“They pretend to be cunning and even dare to look for defects in ‘The Creator’,” Seconded Heart.

“There are those that say "God died”” commented Faith “They no longer believe in anything, ignoring everything related to ‘The One’. That is what makes them blind and deaf, they have lost faith.”

“They do not understand that ‘He Who Is’ is above time and space, is infinite and almighty. There can never be anything too big for ‘The Creator’,” said Reason.

“When blindly believing, the sons of man in their own sagacity, they want to set limits to the ‘Lord’ and in doing so they only demonstrate the borders of their small and finite minds,” Heart continued.

Then, said Faith, “That is just lack of faith, for them that is easier than just believing as the human puppies do, they do know, in their innocence and simplicity they are wiser.

“Poor children of male men,” said Reason. “There will be times when they will have to face everything they have sown.”

Then Heart said, almost crying, “There will be times of desolation, plague, death and war. The great judgment where they will have to answer for all the blood shed throughout history. Poor children of men.”

At this moment I no longer understood which of the three beings the words came from, I just listened, feeling part of that trio, as one of them, one with them, just listened and understood. The confines of my mind felt vast, like I floated on a sea beneath a never-ending sky.


I was in those thoughts when I heard a tremendous lightning strike that made me shiver. I fell to the ground and covered my head instinctively, to protect myself.

…I woke up from the dream in the dream and again I was tiny. I was in the Fairy Kingdom, in the immediate vicinity of the City of Men, but now it looked abandoned and gloomy, and in the distance I still heard the Flutist's music, only it was different than before; it wasn't sweet and happy, now it was sad and decadent, soft but almost painful to hear. I got up and then; BADUM! Another lightning strike, the biggest I had ever heard in my life. I felt the whole earth vibrate and I woke up in a shock.





SEIS:
…Al abrir los ojos aún sentía la vibración del relámpago en el aire y en el suelo. Pero qué extraño, no había nubes en el cielo, por un breve momento pensé que estaba sintiendo un terremoto pero no, solo eran los latidos de mi corazón resonando con furia dentro de mi pecho.

Respire profundamente para calmarme y lo primero que hice fue tratar de repasar en mi memoria los sueños para no perder detalle. Ya saben cómo es; Si no se repasa inmediatamente el sueño, termina por olvidarse casi al instante.

Seguía yo apoltronado entre las rocas volcánicas cubierto con mi gabán, tenía mucho frio y no sé cuánto tiempo había pasado pues la luna ya se había levantado 30 grados sobre el horizonte. Que luna tan maravillosa, llena y más luminosa que nunca, bueno, es que yo acostumbrado a la luna como se puede ver desde la Ciudad de México con el aire tan contaminado, esta luna michoacana era otra cosa, embelesadora, arrobadora. Estaba en esos pensamientos cuando lo noté, no había ningún ruido, absolutamente nada, ni siquiera el viento, el silencio era total al punto que creo que empecé a escuchar nuevamente los latidos de mi corazón. Un silencio total que impacta, me empezó a dar miedo.

Decidí levantarme y marchare lo más pronto posible de ese lugar pues tenía un extraño presentimiento llenándome de adrenalina.

Pero no fui lo suficientemente rápido pues antes de que me pudiera desentumir por la siesta entre las rocas finalmente escuché un ruido como el de un cencerro y unos segundos después se repitió; Haaa, debe de ser la vaca de algún granjero que anda por ahí, me dije.

Estaba equivocado. Desde el norte, como a unos 100 metros, vi unas lucecillas que se desplazaban en mi dirección. Tuve un sobresalto pues a primera instancia las lucecillas de aspecto fantasmagórico no se podían definir bien, por la distancia.

No queriendo hacer ruido me mantuve quieto bajo mi gabán y conforme las luces se fueron acercando, pude distinguir mejor.

Era una peregrinación, compuesta de diez personas, Él primero con una túnica negra con capucha, vestido como benedictino, portando en la mano derecha una antorcha y en la izquierda el cencerro que yo venía escuchando. Luego seguían ocho pequeñas personas con… no túnicas, más bien parecían camisones largos, casi llegaban al suelo, y al final de la procesión otro encapuchado como benedictino que en la mano derecha traía un incensario y en la izquierda otra antorcha. Los dos encapuchados eran muy altos y no se podía ver sus rostros. Conforme la fila se iba acercando me percaté que los ocho de blanco eran cuatro muchachos y cuatro muchachas, casi niños pues tendrían entre catorce y dieciséis años, definitivamente no eran Purépechas o Tarascos, cada uno caminaba dos pasos atrás del anterior en una fila perfectamente ordenada, parecían ser representantes de distintas razas.

Ni el frio ni los nervios fueron más fuertes que mi curiosidad, así que permanecí oculto entre las piedras tapado don mi cobija, camuflado, oculto, quieto, observando todo esto.

Unos minutos después la comitiva paso a menos de tres metros de mí, pero nadie se percató de mi presencia pues me encontraba perfectamente oculto bajo mi gabán gris oscuro. A causa del frio tenia tapada la cabeza y lo único que de mi salía eran mis ojos, muy pequeños para ser notados.

Los individuos de túnica blanca parecían estar en trance, lucían exánimes o más bien sin ninguna emoción, con sus rostros como de maniquíes no reflejaban nada. Por un instante incluso pensé que traerían puestas mascaras. Al verlos de cerca tuve un escalofrió. De alguna manera era como ver pacientes en una cínica psiquiátrica, pacientes de esos a los que han dado electroshock y se les pierde la mente en la nada.

Luego como a 20 metros de mí, en una pequeña planicie entre las rocas, los encapuchados acomodaron a los de blanco en círculo, todos mirando al centro, acomodaron las antorchas clavándolas en el suelo, una al norte y otra al sur. Pusieron el cencerro y el incensario entre las rocas y fueron caminando en el sentido opuesto a las manecillas del reloj empezando por una jovencita de cabellera rubia que era la que quedaba más cercana a mi posición. Llegaron a Ella y le quitaron el camisón dejándola desnuda y de la misma manera fueron uno a uno quitándoles la ropa hasta terminar con los ocho, luego deambularon entre ellos revisándolos como si fueran ganado.

Finalmente los dejaron y recogieron sus antorchas y demás artículos incluyendo los ocho camisones y se retiraron por donde llegaron, caminando lentamente, sin nada de prisa, sonando su cencerro hasta que se perdieron de vista.

La luz de la luna era tan brillante que se podía ver todo detalle, un mundo de tonos azules, universo monocromático que podría ser la pesadilla de Donovan Leitch o el paraíso de Pablo Picasso. Vi que las criaturas desnudas frente a mi eran perfectas, con la luz de la luna daban la impresión de ser esculturas griegas, absolutamente inmóviles, ni siquiera parecían respirar. Yo temblaba por el intenso frio y ellos indemnes, no se movían, no salía vaho de sus bocas. Luz intensa de una luna llena en el cielo dándoles una coloración azul. Realmente se veían como esculturas perfectas.
…When I opened my eyes, I still felt the vibration of lightning in the air and on the ground. But how strange, there were no clouds in the sky, for a brief moment I thought I was feeling an earthquake but no, it was just the beating of my heart resonating with fury inside my chest.

I took a deep breath to calm down and the first thing I did was try to go through my dreams to keep track of details. You know how it is; If the dream is not immediately reviewed, it ends up being forgotten almost instantly.

           I was still lying down between the volcanic rocks covered with my blanket, it was very cold and I don't know how much time had passed since the moon had already risen 30 degrees above the horizon. What a wonderful moon, full and brighter than ever, well, it is that I am used to seeing the moon from Mexico City, with the air so polluted; this Michoacan moon was something else, enchanting, bewitching. I was in those thoughts when I noticed it, there was no noise, absolutely nothing, not even the wind, the silence was total to the point that I think I began to hear my heartbeat again. A total silence that impacts. It started to scare me.


I decided to get up and leave as soon as possible from that place because I had a strange feeling filling me with adrenaline.

But I was not fast enough for being numb from napping between the rocks. I finally heard a noise like a cowbell and a few seconds later it was repeated; It must be the cow of a farmer who walks around, I told myself.

I was wrong. From the north, about 100 meters away, I saw some lights moving in my direction. I was startled because at the first instance the phantasmagorical looking lights could not be defined well by the distance.

Not wanting to make noise, I stood still under my blanket and as the lights got closer, I could distinguish them better.

It was a pilgrimage, composed of ten people. The first in a black robe with a hood, dressed as Benedictine, carrying a torch in his right hand and in the left the cowbell that I had been hearing. Then there were eight small people with... no robes, rather long nightgowns, almost reaching the ground, and at the end of the procession another hooded Benedictine-like one who in the right hand brought a censer and in the left another torch. The two hooded men were very tall and their faces could not be seen. As the line approached, I noticed that the eight in white were four boys and four girls, almost kids, since they were between fourteen and sixteen. They were definitely not Purépechas or Tarascos, each one walked two steps back from the previous one in a perfectly ordered row. They seemed to be representatives of different races.

Neither the cold nor the nerves were stronger than my curiosity, so I remained hidden among the stones covered with my blanket, camouflaged, hidden, still, watching all this.

A few minutes later the procession passed within three meters of me, but nobody noticed my presence because I was perfectly hidden under my dark grey blanket. The cold was so that I had my head covered and all that could be seen were my small, unnoticeable eyes.

           The white-robed individuals seemed to be in a trance. They looked lifeless or rather without any emotion, with mannequin faces, and they expressed nothing. For a moment I even thought that they were wearing masks. Seeing them up close I had a chill. It was somehow like seeing patients in a psychiatric clinic, patients of those who have been given electroshock and lost their minds in nothingness.

Then about 20 meters from me, on a small plain between the rocks, the hooded men accommodated those in white nightgowns in a circle, all facing the centre, placing the torches into the ground, one to the north and one to the south. They put the cowbell and the censer between the rocks and walked in the opposite direction to the hands of the clock starting with a young girl with blonde hair that was the one that was closest to my position. They came to her and took off the nightgown leaving her naked and in the same way they went one by one taking off their clothes until they finished the eight, then they wandered among them checking them as if they were cattle.

Finally they left them and collected their torches and other items including the eight nightgowns and withdrew form where they arrived, walking slowly, with no hurry, ringing their cowbell until I lost sight of them.

           The moonlight was so bright that I could see every detail, a world of blue tones, a monochromatic universe that could be the nightmare of Donovan Leitch or the paradise of Pablo Picasso. I saw that the naked creatures in front of me were perfect, with the moonlight it looked like they were Greek sculptures, absolutely immobile sculptures. They didn't even seem to breathe. I was shaking from the intense cold and they, unscathed by it, didn't move, and no mist of the breath came out of their mouths. The intense light of a full moon in the sky giving them a blue coloration. They looked nothing more than perfect sculptures. 





SIETE:
La Luna llego al cenit, entonces por primera vez, desde que se fueron los encapuchados, empecé a escuchar sonidos, primero suaves y discretos, pero poco a poco más ruidos se incorporaron lentamente a la sinfonía caótica que atacó mis oídos. Primero escuché el viento con un huhuhuuu como gemido, luego una variedad de sonidos de las criaturas soterradas como si la Tierra empezara a despertar o a cobrar vida. Inmediatamente después escuche a las cigarras y a los grillos, la naturaleza despertaba repentinamente. No eran sonidos agradables como son usualmente los sonidos naturales, más bien eran ruidos sombríos, chillidos de quirópteros que empezaron a circundar por el aire, y en el horizonte gritos de roedores… El clímax del caos cacofónico llegó con un espantoso y sospechosamente cercano aullido de coyote, seguido de ladridos y maullidos… Leugo Puuum, otro relámpago sin nubes cortó el cielo de un lado a otro marcando la cresta de la onda caótica porque a partir de ese momento los distintos sonidos se empezaron a sincroniza en un orden antinatural como si una inteligencia externa los empezara a dirigir, dejaron de ser cacofónicos y desordenados para convertirse poco a poco en melodiosos, pero eran más allá de melodiosos como algo sobrenatiral, asombroso, ahora era música pero con cierta malignidad siniestra, lúgubre, decadente y macabra. Una tonada que se repetía y repetía cíclicamente jugando, variando con su propia intensidad, las cigarras hacían ese ruido profundo y rasposo que es como una guitarra eléctrica, melodía tan intensa, más allá de la imaginación.

Lo que sigue, no lo comprendo claramente por lo que se me va a dificultar mucho poderlo describir. Como si hubieran salido de la tierra, aparecieron cuatro seres.

Eran dos mujeres y dos hombres, al menos eso parecían, altos, elegantes. Vestidos de negro, no con ropa ridícula o amanerada como la usada en aquellos días por los que se hacían llamar góticos, no, más bien eran ropas que podría haber sido diseñada por Stanley Kubrick para una película oscura y futurista.

Uno de ellos, el que parecía el líder, pues los otros lo miraban como en espera de su autorización y aprobación para actuar. Este, el líder, era un personaje de esos que provocan canguelo, mediría como un metro con noventa centímetros de estatura, de rostro muy afilado que daba un efecto ligeramente espectral, de enormes ojos azules inyectados de sangre como si recién hubiera fumado mariguana, piel exageradamente pálida. Respecto a su edad… «Ohhh Dios, como quisiera ser bueno expresándome con palabras», no sé qué edad tendría pues a ratos parecía tener menos de veinticinco años y en otros momentos se veía de más de setenta. Otra cosa que captó mi atención era la extraordinaria longitud de sus manos a lo que contribuían las largas y afiladas uñas negras, como de obsidiana, más correctamente garras. A momentos con un aspecto apacible pero tal acepción era falsas pues repentinamente se dejaba ver su verdadera ferocidad. Un ser desolado y perverso, salido de algún rincón del infierno, atormentado y atormentador. Daba terror, especialmente por ese color de piel como de figura vieja de cera, pálida y amarillenta, muerta, exangüe, pútrida.

Sus tres acompañantes más o menos por el estilo solo que sin ese aire tan arrogante y autoritario pero igual de malévolos, mientras ellos tenían el cabello corto casi como militares, ellas tenían largas cabelleras lacias, una rubia platinada y la otra castaña rojiza. Cuatro individuos, seres grotescos y repulsivos. Infrahumanos engendros del demonio, serpientes inmundas del submundo.

Salieron de no sé dónde, como dije anteriormente parecieron emerger del subsuelo y se desplazaron al centro de la circunferencia formada por las jóvenes víctimas, cuando digo que se desplazaban me refiero a que no caminaban como los hacemos los seres humanos, no, esos hijos de la obscuridad se deslizaban flotando unos cuantos centímetros de la superficie del suelo. Una vez en el centro del círculo sus movimientos se tornaron rítmicos, siguiendo el concierto de las criaturas y elementos de la noche. Esa música antinatural los seguía en perfecta sincronía rítmica.

Cuando empezaron a danzar, yo aterrorizado, escondido bajo mi cobija, suplicando, rezando al cielo que no me descubrieran. En ese momento yo ya tenía la certeza de que esos hijos del desolado Satán eran absolutamente malévolos, sin compasión Tenia mucho tiempo de haber dejado atrás la curiosidad para dar paso al miedo profundo que me paralizaba.

Su danza era a ratos de movimientos anárquicos y en otros momentos parecía todo un complicado coreográfico aquelarre, eran elegantes y dramáticos. Jamás en toda mi vida he visto un valet que ni remotamente se le parezca e eso. Estos seres arrogantes desafiaban las leyes de gravedad, (Me pregunto ¿qué pensaría Issac Newton de esa danza?). Entre sus cabriolas y saltos llegaban a separarse del suelo más de tres metros, además, su flexibilidad habría hecho palidecer de envidia a Rudolf Nuréyev y a Nadia Comăneci.

En la parte más alocada de la danza, repentinamente los sonidos de la noche sombría se detuvieron, en el silencio los vampiros también se detuvieron, pararon sus movimientos y después de unos segundos, (Que a mí me parecieron una eternidad, pues en el silencio yo temía que esos monstruos fueran capaces de escuchar los latidos de mi corazón, que para esos momentos ya iban a mil por hora).

Después de unos segundos los vampiros se dirigieron a cuatro de sus víctimas. Al encontrarse de frente a ellos, como a treinta centímetros, alzando una mano los tocaron en el centro de la frente con el dedo índice. Esto hizo reaccionar a los pobres condenados que a medias salieron de su trance.

Los desafortunados fueron abrazados rápidamente por los vampiros que les acariciaban el rostro, cada pareja enlazada en mortal abrazo, con cierta sensualidad comenzaron a flotar, volando, girando, como queriendo alcanzar la luna. Entonces los seres oscuros mordieron los cuellos de los inocentes cuyos rostros cambiaron de la inexpresividad al dolor, contrastando con el aspecto de éxtasis de sus verdugos. Esto solo duró unos cuantos minutos mientras los monstruos vivían la sangre de sus víctimas, más que la sangre absorbían la esencia misma de las presas. Después, girando nuevamente en el aire iniciaron el lento descenso hasta que los monstruos del averno, aun escurriendo sangre de sus bocas, soltaron a sus víctimas cuyo aspecto había cambiado totalmente, perdieron la pigmentación del cabello y lucían viejos, estaban muertos.

Pero el horror no terminó. Los vampiros se dirigieron a las cuatro víctimas que aún permanecían esperando cual esculturas inmóviles, sin voluntad. La vampira de pero rojizo entonces se acercó a la pobre  jovencita rubia, la que estaba más cerca de mí, mientras los otros tres engendros del infierno repetían con sus víctimas lo que acababan de hacer minutos antes, esta vampira pelirroja giraba alrededor de su víctima, visiblemente perturbada como si algo no marchara correctamente. Finalmente se decidió y colocándose frente su presa, le tocó la frente y la pobre muchacha gritó como despertando de una pesadilla e intuyendo lo que estaba por suceder, sintiendo el peligro mortal gritó y gritó más sintiéndose en el paroxismo del terror pero de nada servía pues nadie le iba a ayudar.

La niña queriendo escaparen, en un rápido reflejo logró liberar sus hombros de las espantosas garras que la sujetaban y corrió desesperada, solo que lo hizo en mi dirección.

En ese momento mi corazón se encontraba a punto de estallar, aún ahora, no sé cómo es que no me desmayé, como es que no morí de la impresión. La vampira pescó a su víctima a menos de dos pasos de mí, justo cuando esta estaba a punto de tropezar conmigo, la tomó de los brazos, la dominó y procedió a beberla hasta terminar con su vida, sin clemencia ni remordimientos, incluso puede percibir cierta satisfacción malévola. Terminó y en el momento que dejaba a su estatua de sal parada sobre las rocas, estando tan cerca de mí que casi me podía tocar, en ese preciso instante giró su cabeza en mi dirección. Para ese momento mi terror se tornó en pavor, deje de respirar pues temía ser descubierto.

Ese ser de lo más recóndito del abismo me estaba mirando directamente a los ojos mientras sus compañeros la miraban a ella. Pasaron tantos pensamientos por mi mente que estaba enloqueciendo. La vampira flotó hasta posarse sobre mi persona, yo paralizado, si, paralizado, incapacitado para moverme, sentía su cuerpo flotando sobre el mío, descubrió mi cara y sus ojos quedaron clavados en los míos, parecía Endor, el demonio de ojos flameantes, llenos de excitación, sus comisuras escurridas de sangre y conforme se acercaba a mí, percibí su fétido aliento, pútrido y asqueroso hedor manchado con años de crimen inmisericorde, yo inmóvil sintiendo como si mi cuerpo fuera detenido por decenas de invisibles manos que impedían que yo realizara el menor movimiento, paralizado y frustrado llore seguro de mi muerte, logre cerrar los ojos y vi como si se proyectaran diapositivas en mi mente, vi a mis seres queridos y deseaba poderles decir adiós, vi a mi madre  y recordé como me enseñó a orar de niño y justo en ese momento al pensar en Dios, después de  no sé cuánto tiempo, pude respirar como si respirara por primera vez en mi vida, sentí el aire fluir, invadir todos mis alveolos… recordé a Fe, Razón y Corazón, pensé en Dios.

Aún Hoy día, después de todos estos años, no soy capaz de entender, menos de explicar, lo que pasó, sentí que Dios escucho mi clamor y cuando la vampira ya rozaba mi cuello para alimentarse de mí, algo la detuvo, abrí los ojos y en el horizonte se vislumbraba una claridad, llegó el amanecer, ¿Acaso llego en mi auxilio?

Durante un parpadeo los monstruos desaparecieron, noté que la naturaleza instantáneamente se tornó a la normalidad, el concierto aterrador se había terminado con los primeros rayos del sol, del nuevo día. Por ahí se escuchó el canto de un pajarillo y otro más por allá, luego escuche a lo lejos el canto de un gallo, el cielo ya era entre rojo y naranja, no quise perder más tiempo y como pude me levanté pues a Dios gracias ya no estaba paralizado pero si muy entumido me acerque a la víctima más cercana a mí y vi que al tocarla la luz del sol, esta se pulverizó como si fuera de cenizas, no quedó nada de ella o de los otros siete, no había rastros de nada.

Tardé mucho en cruzar el campo de piedra volcánica y creo que ya era medio día para cuando llegué a Angaguan. La gente al mirarme se persignaba pero al no saber yo ni una palabra de Tarasco, no comprendí nada de lo que murmuraban, Tomé mis cosa y partí rumbo a Uruapan y de ahí a la Cuidad de México.

Durante el largo camino de regreso, pensé mil cosas; ¿Qué no tendría yo que notificar a las autoridades? «Para que» -me dije-, «todos me van a tomar por un loco, nadie me va a creer».

Por otro lado me sentía lleno de remordimientos por no haber hecho nada por salvar a aquellos ocho desgraciados, todos habían perdido la vida… y yo solo mirando, juro que no pude hace nada y… ¿De dónde salieron los monjes que entregaron a las víctimas. Muchas preguntas.
The Moon reached the zenith, then for the first time, since the hooded ones had left, I began to hear sounds, first soft and discreet, but little by little more noises slowly incorporated themselves into the chaotic symphony that attacked my ears. First I heard the wind with a ‘huhuhuuu’ kind of groan, then a variety of sounds from underground, as tho creatures in the Earth began to wake up or come alive. Immediately after I heard the cicadas and crickets. They were not pleasant sounds as natural sounds are usually, rather they were grim noises, shrieks of chiropteran began to circle through the air…. The climax of the cacophony and chaos came with a frightening and suspiciously close howl of coyote, followed by barking and meowing.... Then Phuum, another cloudless lightning cut the sky from side to side and the different sounds began to synchronise in an unnatural order as if an external intelligence began to direct them. They stopped being a cacophony of disorder and to gradually become melodious, but they were beyond melodious, something supernatural, amazing. Then it became music but with some sinister, gloomy, decadent and macabre malignancy. A tune that was repeated and repeated cyclically, varying in intensity; the cicadas made that deep and scratchy noise that is like an electric guitar, the melody so intense, beyond imagination.

What follows I do not understand clearly, so it will be very difficult for me to describe.

Four beings appeared. They were two women and two men, at least they seemed to be, and they were tall, elegant. Dressed in black, not in ridiculous or dawned clothes like the one worn in those days for which are called Gothic, no, rather they were clothes that could have been designed by Stanley Kubrick, for a dark and futuristic film.

           One of them, the one who looked like the leader, the others looking to him, waiting for his authorisation and approval to act. This, the leader, was a character of terror, measuring a towering height of 8 ft, so sharp faced that he gave a slightly spectral effect around the contours of the facial bones, with huge blue bloodshot eyes as if he had just smoked marijuana, his skin exaggeratedly pale. Regarding his age... I don't know how old he was because at times he seemed to be less than twenty-five years old and at other times he looked more than seventy. Another thing that caught my attention was the extraordinary length of his hands to which contributed long and sharp black nails at the end of fingers, like obsidian, more correctly stated: claws. At times he appeared gentle in countenance but such this was false because suddenly his true ferocity would flicker across his face. A desolate and perverse being, out of some corner of hell, tormented and tormenting. It was terrifying, especially for that skin colour, like some old wax figure, pale and yellowish, dead, bloodless, putrid.


His three companions were more or less like him, except without an air so arrogant and authoritarian but equally evil, while the males had short hair almost like military cuts, the females had long straight hair, a platinum blonde and the other reddish brown. Four individuals, grotesque and repulsive beings. Inhuman, begotten of the devil, filthy snakes of the underworld.

They come out of I don't know where, as I said before, they seemed to emerge from the subsoil and they moved to the centre of the circle formed by the young victims. When I say they were moving, I mean they didn't walk as we human beings do, no, those children of the darkness slid floating a few centimetres from the ground surface. Once in the centre of the circle their movements became rhythmic, following the concert of the creatures and elements of the night. That unnatural music followed them in perfect rhythmic synchronicity.

When they started dancing, I was terrified, hiding under my blanket, begging, praying to heaven that they wouldn't discover me. At that time I was certain that those children of the desolate Satan were absolutely evil, without compassion. At that moment I had left behind curiosity and gave way to the deep fear that had then paralysed me.

The dance was at times of anarchic movements and at other times it seemed a complicated choreographic coven, they were elegant and dramatic. Never in all my life have I seen a valet that even remotely resembles it. These arrogant beings defied the laws of gravity, (I wonder what Issac Newton would think of that dance). Between their capers and jumps they were separated from the ground more than three meters, in addition, their flexibility would have made Rudolf Nuréyev and Nadia Comăneci pale with envy.

In the craziest part of the dance, suddenly the sounds of the dark night stopped, in the silence the vampires also stopped, stopped their movements and after a few seconds, (that seemed like an eternity to me, because in the silence I feared that those monsters were able to hear the beating of my heart, which at that time was about a thousand beats per minute).

After a few seconds the vampires turned to four of their victims. When they were facing them, about thirty centimetres, raising a hand they touched them in the centre of the forehead with the index finger.

             The unlucky ones became quickly embraced by the vampires that caressed their faces, each couple linked in mortal embrace, with some sensuality they began to float, flying, spinning, as if wanting to reach the moon. Then the dark beings bit the necks of the innocent whose faces changed from  inexpressivity to pain, contrasting with the ecstatic aspect of their executioners. This only lasted a few minutes while the monsters drank the blood of their victims. Then, turning again in the air they began a slow descent until the monsters of the underworld, still draining blood from their mouths, released their victims whose appearance had changed completely, they lost hair and skin pigmentation and looked old; they were dead.


But the horror did not end. The vampires turned to the four victims who were still waiting immovable as sculptures, without will. The reddish vampires then approached the poor blonde girl, the one who was closest to me, while the other three spawns of hell repeated with their victims what they had just done minutes before. This red-haired vamp revolved around her victim, visibly disturbed as if something was not going well. Finally she decided and standing in front of her prey, touched her forehead and the poor girl screamed as if waking up from a nightmare and intuiting what was about to happen, feeling the mortal danger she shouted and shouted in the paroxysm of terror, but pointlessly because nobody was around to help her…

The girl, wanting to escape, in a quick reflex, managed to free her shoulders from the gruesome claws that held her, and she ran desperately, only she did it in my direction.

At that moment I felt like my heart was about to explode, even now, I don't know how I didn't pass out, or how I didn't die. The vampire caught her victim less than two steps from me, just when she was about to stumble on top of me, took her by the arms, dominated her and proceeded to drink her blood until her life was gone, without clemency or remorse, I could even perceive some malevolent satisfaction. She then, lifeless, turned her head in my direction. By that time my terror turned to panic, and I stopped breathing because I was afraid of being discovered.

         That most horrid being from the abyss was looking me straight in the eye while her companions looked at her. So many thoughts went through my mind that I was going crazy. The vampires floated to me. I was paralyzed, yes paralyzed, unable to move. I felt her body floating over mine. She discovered my face and her eyes were fixed on mine, she looked like Endor, the demon with flaming eyes, full of excitement. Her mouth corners still dripping blood, and as she approached me, I perceived her foul breath, a putrid and disgusting stench stained with years of merciless crime. I was still feeling as if my body had been stopped by dozens of invisible hands that prevented me from performing the slightest movement. Paralysed and frustrated, I cried sure of my death. I closed my eyes and saw as if slides were projected in my mind, I saw my loved ones and wished I could say goodbye; I saw my mother and I remembered how she taught me to pray as a child and just at that moment when thinking of God, after I don´t know how long, I could breathe as if breathing for the first time in my life. I felt the air flow and invade the alveoli in my lungs... I remembered Faith, Reason and Heart, and I thought of God.

Even today, after all these years, I am not able to understand, or to be able to explain, what happened. I felt that God heard my cry and when the vampires touched my neck to feed on me, something stopped her. I opened my eyes and on the horizon there was clarity, dawn came… did it come to my aid?

During the time of a blink the monsters disappeared, I noticed that nature instantly turned back to normal, the terrifying concert was over with the first rays of the sun of the new day. The song of a bird could be heard and another one, then I heard in the distance the song of a rooster, the sky was already between red and orange. I did not want to waste more time and as I could I got up because, thank God, I was not paralysed anymore, but still very numb. I approached the victim closest to me and I saw that when the sunlight touched her, she was pulverised as if she were just ashes. There was nothing left of her or the other seven, there were no traces of any of them.

It took me a long time to cross the volcanic stone field and I think it was already the middle of the day by the time I arrived at Angaguan. When people looked at me, they crossed themselves but since I don´t know a word about Tarasco, I didn't understand anything they murmured. I took my things and left for Uruapan and from there to Mexico City.

During the long way back, I thought a thousand things; Why didn´t I notify the authorities? What for? I said to myself, everyone will take me for a madman, and nobody will believe me.

              On the other hand I felt full of remorse for not having done anything to save those eight unfortunates, all had lost their lives... While I was just watching. I swear I could not do anything and... What about the monks who gave the victims. So many questions.





EPÍLOGO:
Recomendé a mi grupo de tesis que buscáramos otro tema para titularnos. Lo sé, fui un cobarde y no dije nada por años. Mi vida cambió a partir de esa experiencia y ya nunca fui el mismo. Dejé la universidad en la recta final y tardé más de cuatro años en regresar para hacer mi tesis y finalmente poder obtener mi título.

Después, ya siendo un poco mayor empecé a indagar sobre el fenómeno del vampirismo y me enteré de cosas asombrosas así como aterradoras. Esto ha estado ocurriendo entre la humanidad desde el principio de la historia. Algunos lo califican de un desorden sicótico asociado con asesinos en serie  o cosas así. Casi no hay información fidedigna sobre el tema pues la mayor parte de las personas que lo han tratado de documentar seriamente, han desaparecido o muero en circunstancias de lo más extrañas, como expliqué antes, yo lo estudié e investigué, pero muy discretamente, además existen mil leyendas que son imposibles de comprobar por el paso de los años y porque no hay pruebas de nada.

La más famosa es la del noble rumano que era un héroe en la época de las cruzadas, fue atacado por tuberculosis, su médico le recomendó y prescribió que bebiera la sangre de algunos animales como caballos o bueyes lo cual le daría fortaleza para sobrevivir e irse restableciendo, (Esto es curioso pues en aquella época, los sanadores europeos, todo lo querían curar desangrando a sus pacientes). En aquellos días surgió un nuevo conflicto militar con los turcos, (otomanos), aquel noble rumano tubo una recaída en plena campaña militar. Cuenta la leyenda que entonces después de las tremendas batallas y por falta de animales, este hombre recorría los campos de combate para buscar enemigos agonizantes y les bebía la sangre, el noble enloqueció y empezó a beber sangre indiscriminadamente, ya sea de hombres, mujeres y de infantes. Pero la guerra terminó y de regreso a sus tierras aquel noble, paso mucho tiempo y Él no solo sanó de la tuberculosis, tenía un aspecto innaturalmente joven, para entonces ya era un anciano. La leyenda se propago por lo que ese hombre se vio en la necesidad de huir, de abandonar sus tierras, se encontraba en lo que hoy se conoce como la ciudad de Constanza en Rumania. Se hizo a la mar con su familia y algunos dicen que se refugió en el nuevo mundo, ¿Sería acaso en Michoacán?

El noble rumano zarpó al nuevo mundo en compañía   su esposa y de sus hijos, una niña y un niño, únicos miembros que habían sobrevivido a los ataques de la turba iracunda que constantemente los acosaba… por otro lado, no es mucha coincidencia que escogiera unas tierras donde los aborígenes locales practicaban rituales sanguinarios.

Claro que esta es la leyenda más famosa pero a los vampiros se les puede seguir el rastro tan lejos como al Egipto faraónico, a Babilonia, a la India e incluso a China, más de cinco mil años antes de Jesucristo.

No sé más, aquí es donde yo termino mi historia y si alguien quiere investigar puede ir a Angaguan el próximo día de San Jorge con luna llena.
            I recommended to my thesis group that we look for another topic. I know, I was a coward and said nothing for years. My life changed from that experience and I was never the same. I left the university in the final stretch and it took me more than four years to return to do my thesis and finally get my degree.


Later, when I was a little older, I began to inquire about the phenomenon of vampirism and I learned amazing things as well as terrifying ones. This has been going on among humanity since the beginning of history. Some describe it as a psychotic disorder associated with serial killers or things like that. There is almost no reliable information on the subject because most of the people who have tried to document it seriously, have disappeared or die in the most strange circumstances, as I explained before, I studied and researched, but very discreetly, there are also thousands of legends that are impossible to verify because there are no documents and there is no proof of anything. 

The most famous is that of the Romanian nobleman who was a hero at the time of the crusades. He was infected with tuberculosis and his doctor recommended and prescribed that he drink the blood of some animals such as horses or oxen which would give him strength to survive and finally heal him, (This is curious because at that time, European healers, all wanted to heal by bleeding their patients). In those days a new military conflict arose with the Turks, (Ottomans), that Romanian nobleman relapsed in a full military campaign. Legend says that then after the tremendous battles and for lack of animals, this man toured the battlefields to look for enemies in agony and drank their blood. The nobleman went mad and began to drink blood indiscriminately, whether from men, women and of infants. But the war ended and that nobleman returned to his lands. A lot of time went by and he not only healed of tuberculosis, he looked unnaturally young, and by then he was an old man. The legend of his blood thirst spread and he had to flee, to leave his lands, he was living in what is now known as the City of Constanta in Romania. He took a boat and fled with his family and some say he took refuge in the new world,—would it be in Michoacán?

The Romanian nobleman sailed to the new world in the company of his wife and children, a girl and a boy, the only members who had survived the attacks of the angry mob that constantly harassed them... on the other hand, Isn´t it too much coincidence that he chose some lands where local aborigines practiced bloodthirsty rituals.

Of course, this is the most famous legend, but vampires can be traced as far as Pharaonic Egypt, Babylon, India and even China, more than five thousand years before Jesus Christ.

I don't know the truth of these matters…. This is where I finish my story and if anyone wants to investigate, they can go to Angaguan the next day of San Jorge, with a full moon.


F  I  N

Luis Tc
Septiembre del 2005




*Un especial agradecimiento a mi amigo Chadley Thaomas Armitage por su invaluable ayuda con la traducción al inglés.




All artwork and text is copyright © 2014 Luis Gerardo Mendez Rock and cannot be reproduced whitout permission of the artist